lunes, mayo 04, 2009

Para Ariana en Abril


Hoy me recibiste sonriendo, buscando mis manos, quizás por la bondad que tu nombre te da, o quizás, y así quiero creerlo, porque te acuerdas de mí. No me permití llorar al verte tan hermosa, pues recordé que las lagrimas te asustan y no quiero que de mi tengas mas recuerdos que el de un hombre feliz.

Te vi caminar y correr por primera vez y debo decirte que todavía ahora me rio al pensar en tus descontrolados piques de la cocina a tu cuarto. Que difícil es entender como cada vez te vas haciendo más hermosa, y no porque no lo espere, si no porque no comprendo como una joya puede hacerse más joya tan solo con el pasar del tiempo.

Hoy también te escuche hablar por primera vez. Disfrute mucho de nuestra conversación acerca de tus ‘fios’ y tus ‘bau baus’. A propósito, disculpa si no hablo mucho. Tu padre es más bien callado pero esto no significa que no disfrute de las charlas contigo, simplemente aprovecho estas oportunidades para escucharte, contemplarte y memorizarte.

Me encanto jugar contigo y aprovecho para agradecerte el haber compartido conmigo tus juguetes. Espero que con el tiempo le tomes más cariño al horrible peluche rojo que te traje pues pensé que sus risas te arrancarían unas similares a ti y no estime que lo preferirías callado.

Estoy totalmente feliz por descubrir que eres una niña sociable. Presumo que tu nombre tiene otra vez algo que ver en esta tu cualidad, aunque me gustaría pensar que sacaste algo de tu padre. Eres la niña mas hermosa que conozco y no lo digo solo porque te amo. Lo digo porque hoy día, después de verte, no me cambio por ninguno.

Que no daría por disfrutar siempre estas tardes viendo “La Noche de las Narices Frías” hasta memorizarla, para después ponernos a pintar y saltar a la cuenta de tres. Qué ganas terribles de estar en tu hogar todos los días, de gozar con tus historias, tus corridas y tus bailes. Que ganas de guardarte para siempre. Que anhelo el de acostarte y estar ahí al día siguiente para despertarte. Qué tristeza enorme el tener que dejarte.

Sigue así de linda mi vida. Crece hermosa al lado de tu madre. Yo, aunque lejos, siempre estaré velando por ti. Recuerda que el amor no tiene distancia y la esperanza no tiene fin.

Te amo princesa.

Tu papi.

1 comentario:

Mari dijo...

hay dios!
q hermoso escrito
estoy muy sentimental o me parecio muy tierno..

(está llorando)

besos